Tiene su origen en el descubrimiento de la medicina alopática, en la que se observó que a causa de la organización embrionaria primaria en segmentos, existen interconexiones entre órganos internos y zonas de la piel. La planta del pie y el pie en su conjunto, representa en forma esquemática la totalidad del cuerpo y sus órganos. Este es el principio de la reflexología pódal. En los pies se halla reflejado el cuerpo y todos los sistemas orgánicos o funcionales. Así mediante un reconfortante masaje, que actúa de forma precisa sobre determinadas zonas reflejas, podemos llegar a equilibrar y armonizar el organismo, además de recuperar el bienestar físico, psíquico y emocional. Los buenos resultados de la reflexología pódal y la escasez de efectos secundarios permite que pueda aplicarse a cualquier persona como terapia complementaria. |